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Gramaje y textura: Las dos caras del papel que no puedes ignorar

El papel es uno de los materiales que más utilizamos a diario. Es muy polifacético y posee, en su simplicidad, una infinidad de particularidades que lo hacen único.

Entre ellas, destacan dos aspectos fundamentales: el gramaje y la textura.

A la hora de escoger el papel para realizar un trabajo o proyecto, debes tener en cuenta estas dos características.

¿Pero qué son el gramaje y la textura del papel?

Sigue leyendo y encontrarás la respuesta. De este modo, sabrás escoger el papel que mejor se adecúa al trabajo que vas a realizar.

Diferencias entre el gramaje y la textura del papel

El gramaje del papel

El gramaje es el peso del papel por metro cuadrado.

Cuanto mayor sea el gramaje, más grueso y resistente será el papel.

El gramaje y la textura del papel pueden confundirte con facilidad. Son dos conceptos que, aunque guardan relación entre sí, te servirán para diferenciar un papel de otro y, sobre todo, para evaluar su calidad.

Unidos, el gramaje y la textura forman un tándem inseparable que determina la identidad del papel.

El gramaje de 60 a 115 gramos se usa para interiores de revistas con muchas páginas, las hojas de los libros, planos y desplegables.

El gramaje de 135 a 200 gramos se emplea para dípticos, trípticos, folletos, publicaciones de revistas con pocas páginas, flyers, entre otros.

El gramaje de más de 200 gramos se utiliza en portadas de libros, carpetas, tarjetas de visita, etc.

Sabiendo lo que es el gramaje del papel, es imprescindible que también conozcas qué es la textura del mismo.

La textura del papel

La textura del papel es la aspereza o suavidad de su superficie. Esta puede variar: lisa, satinada, rugosa, granulada, entre otras.

La textura no solamente aporta un valor estético al papel, sino que también puede influir en la calidad de impresión, la legibilidad del texto y la sensación al tacto.

Por otro lado, la textura puede incidir en la manera en que se ve y se siente el papel, así como en su potencial para imprimir y escribir.

Por ello, debes tener en cuenta cuál es el mejor papel que se adecúa a tu trabajo según las diversas texturas disponibles.

Aquí te las dejo.

Tipos de texturas del papel

Comencemos con los papeles lisos, que son los más comunes. Estos son suaves al tacto y brindan una buena superficie para escribir e imprimir.

Los puedes usar para imprimir documentos, folletos y libros.

1- La textura satinada

Posee un leve brillo y una superficie suave al tacto.

Es perfecta para la realización de impresiones de alta calidad, folletos, revistas y fotografías.

2- La textura rugosa

Posee una superficie irregular con pequeñas protuberancias, lo que ofrece calidez y carácter a tarjetas de invitación, sobres, papel de regalo y obras de arte.

3- La textura granulada

Se asemeja a la rugosa, pero con granos más grandes y definidos.

Puedes usarla fundamentalmente para acuarela, debido a que la textura retiene el agua y los pigmentos de manera uniforme.

4- Los papeles texturizados

Poseen una superficie rugosa, aportando un aspecto más elegante o rústico a tu proyecto.

Los puedes usar para tarjetas de visita, invitaciones, menús, etc.

5- Los papeles verjurados

 Los puedes emplear para dar un toque de distinción a documentos importantes, como diplomas o certificados.

Como puedes ver, la textura del papel es un elemento importante a tener presente a la hora de seleccionar el tipo de papel adecuado para tu proyecto.
Cuando combines las diferentes texturas y gramajes del papel, podrás crear piezas extraordinarias y atractivas para transmitir adecuadamente el mensaje que deseas.

Prepárate para sumergirte en el fascinante mundo del gramaje y las texturas del papel, donde cada hoja cuenta una historia.